Si bien no es el motivo de consulta más frecuente, debería serlo. Es conveniente diferenciar la salud sexual, la salud en las relaciones sexuales y la salud reproductiva enfocada a la reproducción sexual y a la procreación. 

La salud sexual es definida por la Organización Mundial de la Salud (OMS) como «un estado de bienestar físico, emocional, mental y social relacionado con la sexualidad, la cual no es la ausencia de enfermedad, disfunción o incapacidad. Para que la salud sexual se logre y se mantenga, los derechos sexuales de todas las personas deben ser respetados, protegidos y ejercidos a plenitud». Requiere un enfoque positivo y respetuoso de la sexualidad y de las relaciones sexuales, así como la posibilidad de tener experiencias sexuales placenteras y seguras, libres de toda coacción, discriminación y violencia.

En nuestra cultura el requisito para considerar una práctica sexual como parte de una relación sexual válida y no un delito es el consentimiento. Así, las prácticas sexuales pueden ser consentidas o no.

La salud reproductiva entraña la capacidad de disfrutar de una vida sexual satisfactoria, sin riesgos, de procrear y la libertad para decidir hacerlo o no hacerlo, cuándo y con qué frecuencia (derechos reproductivos). Tanto el hombre como la mujer tienen derecho a estar informados y tener acceso a métodos de regulación de la fertilidad seguros, eficaces y asequibles así como a disponer de servicios sociales de planificación familiar y salud pública que permitan la adecuada asistencia profesional a la mujer embarazada y permitan que el parto se produzca de forma segura y garantice el nacimiento de hijos sanos, es decir, sin discapacidad alguna.

Los hombres sabemos poco sobre salud sexual y reproductiva en general y muchas veces se consulta en un periodo avanzado de la enfermedad, debido muchas veces al pudor o la vergüenza. Los controles deberían ser anuales y son necesarios desde el inicio de la actividad sexual.

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La infertilidad se define como la incapacidad de una pareja de conseguir un embarazo luego de un año de relaciones sexuales frecuentes y sin protección. Es una enfermedad considerada por la Organización Mundial de la Salud (OMS) que afecta aproximadamente 1 en 6 parejas en todo el mundo.

La infertilidad puede ser causada por factores anatómicos, hormonales, genéticos y ambientales, como así también hábitos de vida. 

Es importante conocer el motivo de la infertilidad para tomar decisiones respecto a la salud reproductiva y a determinar la elección del tratamiento de fertilidad disminuyendo riesgos genéticos en la descendencia. 

Recomiendo leer la sección de preguntas frecuentes sobre Infertilidad para mayor información.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) clasifica a la disfunción eréctil como una enfermedad con la misma categoría de severidad y discapacidad como: infertilidad, artritis, etc.

La impotencia sexual masculina o disfunción eréctil es la incapacidad para lograr o mantener una erección o no se alcanza la rigidez necesaria. Puede ocurrir de manera ocasional conocido coloquialmente como “gatillazo”, el cuál puede ser un problema puntual sin mayor importancia y no se considera impotencia sexual. Para que se alcance la erección es importante que el hombre encuentre y sienta el placer y existen múltiples situaciones que interfieren en este proceso, por lo cual el pene no alcanza la rigidez necesaria o está inestable. Por ejemplo: Un mal día, cansancio, molestias físicas, preocupaciones, conflictos de pareja, etc. Si el problema persiste, lo más probable que se deba a un proceso orgánico y lo mejor sería realizar una consulta oportuna y recibir un tratamiento acorde al problema ya que tiende a ser progresivo y empeorar con el tiempo. Recomiendo leer la sección de preguntas frecuentes sobre disfunción eréctil y como primera evaluación realizar el test sobre salud sexual y disfunción eréctil para varones (IIFE-5) que se encuentra en la sección: Tests diagnósticos de esta página.

Realizar la evaluación: https://bit.ly/3gH1zim

La eyaculación precoz es una alteración de la respuesta sexual. La causa suele ser multifactorial y pueden ser orgánicas y psicológicas como pasa con la disfunción eréctil, por lo que requiere una evaluación médica y en muchos casos suele estar en asociado a disfunción eréctil u otros procesos orgánicos. La causa más frecuente se da por un mal aprendizaje del control eyaculatorio, que se da durante la adolescencia y suele estar condicionado por una mala educación sexual. Esto es difícil comprender para muchos, ya que creemos que el órgano sexual es el pene y no el cerebro. Esto hace necesario que el hombre asuma el problema y sea constante con el tratamiento indicado el cuál no se trata solo de tomar medicación, sino también de hacer ejercicios conductuales para cambiar la actitud y así modificar la conducta. 

Recomiendo leer la sección de preguntas frecuentes sobre disfunciones sexuales y como primera evaluación realizar el test para eyaculación precoz (EP) que nos ayudará en el diagnóstico. El mismo se encuentra en la sección: Tests diagnósticos de esta página.

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El término andropausia es inapropiado ya que, a diferencia de lo que pasa en la mujer, en hombre no hay una caída brusca de los niveles hormonales; sin embargo, es el que describe más sintéticamente los cambios que ocurren en el varón con el paso del tiempo. Su nombre más aceptado es “hipogonadismo de inicio tardío”. Este proceso es de comienzo insidioso y de progresión lenta. Está caracterizado por:

• Disminución del deseo sexual y de la calidad de las erecciones. 
• Cambios en el humor, con disminución de la actividad intelectual y de la orientación espacial, fatiga, depresión e irritabilidad. 
• Disminución de la masa muscular con pérdida de volumen y fuerza muscular. 
• Disminución del vello corporal.
• Disminución de la masa ósea. 
• Aumento de la grasa visceral (aumento del perímetro abdominal). 

Es necesario diferenciarla de otras etiologías que presentan similares características como: depresión, hipotiroidismo, otras formas de hipogonadismo, etc. Actualmente los estudios científicos concluyen en que el déficit de testosterona afecta la calidad de vida y pone en riesgo su salud. Frecuentemente los hombres consultan por disminución del deseo sexual, pero otras veces suele detectarse a partir de fracturas (por osteoporosis) o por alteraciones en el estado de ánimo. El tratamiento con testosterona se realiza en todo paciente con síntomas en los que se demuestra menores concentraciones de esta hormona, siempre que no existan enfermedades que la contraindican. 

Recomiendo leer el apartado de preguntas frecuentes sobre disfunciones sexuales, ya que suele estar relacionado a disfunción eréctil y eyaculación precoz. Como primera evaluación recomiendo realizar el test AMS (Síndrome de deficiencia parcial de andrógenos o Andropausia), y el test sobre salud sexual y disfunción eréctil para varones (IIFE-5), que se encuentra en la sección: Tests diagnósticos de esta página para tener una aproximación diagnóstica de cuadros asociados.

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Las curvaturas penianas pueden agruparse en dos grandes grupos: congénitas y adquiridas. Dentro de las primeras encontramos al pene corvo congénito y en el segundo grupo la enfermedad de la Peyronie.

El pene corvo congénito es una afección congénita que se caracteriza por una curvatura pronunciada del pene que solo se manifiesta durante la erección. La desviación peniana usualmente es hacia ventral, menos frecuentemente hacia lateral y solo excepcionalmente hacia dorsal. La causa suele ser una alteración en el proceso de formación del pene. 

El tratamiento del pene corvo congénito es quirúrgico y consiste en “acortar el lado largo”. En la mayoría de los casos la cirugía es exitosa, aunque puede haber complicaciones como alteración o disminución de la sensibilidad, infección de la herida, persistencia de los nudos palpables, acortamiento peniano y muy excepcionalmente, disfunción eréctil. 

La enfermedad de la Peyronie, es una patología adquirida del pene de causa no conocida caracterizada por la formación de tejido fibroso, en forma de nódulos o placas, provocando diferentes deformidades del pene como curvaturas, estrechamientos o zonas de inestabilidad del pene a la erección que podrán dificultar o impedir la penetración. Es habitual, especialmente en la primera fase de este proceso fibrótico, que aparezcan molestias o dolor peniano, especialmente con la erección o durante la penetración. En un importante número de casos, suele aparecer disfunción eréctil por fallas de los mecanismos que retienen la sangre en el pene durante la erección. Esta enfermedad suele producir un impacto muy negativo en la función sexual y calidad de vida del varón y su pareja. Es más frecuente en hombres entre la 4a y 6a década de la vida. Es muy frecuente su aparición luego de un traumatismo peniano durante la relación sexual, esto podría ser el detonador de una respuesta anormal a la lesión local. En los estadios iniciales de la enfermedad suele haber dolor, pero el mismo tiende a desaparecer cuando la afección se estabiliza. El proceso puede ser progresivo y tiende a empeorar con el tiempo. El diagnóstico suele ser clínico, a partir de un examen físico detallado y estudios de imágenes. El tratamiento podrá ser quirúrgico en los casos más severos y conservador en pacientes con un proceso más estable, con curvatura leve y poca interferencia con la función sexual. Es importante que el tratamiento médico se inicie cuanto antes, ya que el resultado es mucho mejor al inicio del proceso y el mismo puede ser farmacológico sintomático, iontoforesis, inyecciones intra-placa etc. 

Recomiendo leer el apartado de preguntas frecuentes sobre disfunciones sexuales, ya que suele estar relacionado a disfunción eréctil. Como primera evaluación recomiendo realizar el test AMS (Síndrome de deficiencia parcial de andrógenos o Andropausia), y el test sobre salud sexual y disfunción eréctil para varones (IIFE-5), que se encuentra en la sección: Tests diagnósticos de esta página, para tener una aproximación diagnóstica de posibles cuadros asociados.

Si bien no es un motivo de consulta frecuente, suele acompañar a otros trastornos que afectan a la calidad de vida y sexual en personas de ambos sexos. El suelo pélvico o periné es un conjunto de músculos que sustentan la porción abdominal inferior y sirven de apoyo a la vejiga, porción intestinal y el útero en la mujer. El funcionamiento de esta musculatura es muy importante en ambos sexos ya que su debilidad es causa de: Incontinencia urinaria de esfuerzo, urgencia y mixta, prolapsos genitales, disfunciones sexuales como: Dispareunia (coito doloroso en la mujer), disminución de la sensibilidad e intensidad del orgasmo (anorgasmia). La lesión o debilidad de la musculatura perineal puede estar ocasionada por:

– Obesidad.

– Estreñimiento.

– Tos crónica del tabaquismo.

– Profesiones de riesgo (deportistas de alto impacto en el periné, cantantes, músicos de instrumentos de viento, etc.).

– Desconocimiento o falta de conciencia de la zona perineal y de su participación en la fisiología sexual, urológica y digestiva.

– El embarazo (por el peso del útero y el efecto relajador de las hormonas).

– El Parto provoca lesiones músculo-aponeuróticas y neurológicas perineales durante el periodo expulsivo. Además los esfuerzos realizados actúan directamente sobre la musculatura del suelo pélvico.

– Falta de estrógenos en posmenopáusicas: provocan pérdida de tono y flacidez de los músculos perineales.

– Intervenciones quirúrgicas sobre el periné.

El objetivo de todas ellas es mejorar o conseguir la continencia urinaria, el buen funcionamiento ano-rectal, equilibrar la estática pélvica, mejorar la vascularización local (muy importante como complemento para la disfunción eréctil y eyaculación precoz en el hombre y la falta de deseo sexual en la mujer) y lograr así una sexualidad plena ya que convierten a los músculos del periné en un elemento activo durante el coito.

El tratamiento de la disfunción del suelo pélvico agrupa una serie de técnicas y procedimientos conservadores como: 

-Intervenciones sobre el estilo de vida

-Modificación de la conducta

-Electroestimulación (neuromodulación y estimulación eléctrica periférica) 

– Rehabilitación perineal o suelo pélvico (entrenamiento con ejercicios musculares)

Estos ejercicios difieren según lo que se desea tratar y deben ser aprendidos con personal especializado, ya que se requiere la toma de conciencia de éstos músculos, para asegurar que se están ejercitando los correctos. Los resultados varían de acuerdo al problema en cuestión y suelen ser mejores cuando se realizan de forma constante.

La utilización de testosterona se incrementó 5 veces en los últimos años, sobre todo sin prescripción médica y sin propósitos médicos y más del 90 % son anabólicos. 

Al uso ilícito en la actividad deportiva profesional se llama doping. Se estima que dos tercios de fisicoculturistas no competitivos los utilizan de forma irracional. Los efectos esperados son: Mejorar la resistencia física, aumentar el tamaño y fuerza muscular, lograr una mejor imagen y como anti-envejecimiento. Su modalidad de uso suele ser de 10 a 100 veces las dosis recomendadas, lo que incrementa los efectos adversos como ser: Toxicidad e inestabilidad de la conducción eléctrica cardíaca, toxicidad hepática, ateroesclerosis prematura, trombosis, agresividad, depresión, acné, ginecomastia, alopecia, disfunción eréctil y luego de su uso prolongado: Atrofia testicular e infertilidad por hipogonadismo profundo. Se estima que un 35 % desarrollan dependencia a estos anabólicos, un 70 % presentan además una dependencia al alcohol o a otras sustancias. Es muy importante que todo aquel que desea utilizarlos, sea evaluado previamente por un médico especialista ya que las consultas suelen ser tardías y por sus complicaciones.

La ginecomastia es el agrandamiento benigno del tejido mamario en el varón. Puede ser fisiológica (normal) en ciertas etapas de la vida como en los recién nacidos; púberes y hombres mayores. Estas suelen resolverse espontáneamente en el 90 % de los casos. Puede presentarse de forma unilateral o bilateral y ser asintomática como sucede más comúnmente o dolorosa. Las causas más comunes de ginecomastia patológica suelen ser:

– Inducido por drogas (antirretrovirales; ketoconazol; cimetidina; espironolactona; etc).

– Abuso de andrógenos y anabólicos (secundaria al dopaje en algunos atletas).

– Hábitos tóxicos (marihuana, alcohol).

– Problemas hormonales. 

– Secundario a otras enfermedades que cursan con malnutrición (fibrosis quística, colitis ulcerosa, diabetes, obesidad, infección por HIV, insuficiencia hepática o renal).

– Secundaria a ciertos tumores.

El tratamiento de la ginecomastia va a depender de la etiología, duración, severidad y la presencia o ausencia de dolor o inflamación y en algunos casos puede requerir cirugía. Recomiendo consultar oportunamente ya que el paso del tiempo va generando diferentes grados de fibrosis que dificulta el tratamiento médico.

Las infecciones de transmisión sexual son una de las enfermedades más comunes a nivel mundial y suponen un problema importante de salud. Entre las más frecuentes se encuentran: Uretritis, Herpes genital, Sífilis, Linfogranuloma venéreo; Papiloma virus humano (HPV), Pediculosis púbica y otras. Los síntomas varían de acuerdo al agente que lo produce. Algunas de ellas son asintomáticas durante mucho tiempo, por lo cual es necesario que se hagan controles médicos con cierta frecuencia, sobre todos en personas de alta vulnerabilidad.

Algunas enfermedades venéreas como las uretritis, pueden causar obstrucciones de las vías urinarias, sobre todo si no fueron tratadas a tiempo. Esta cicatriz puede generar una estenosis uretral o de los conductos eyaculatorios, generando dificultad para orinar si la estenosis es uretral, o infertilidad por falta de eyaculado respectivamente. Entre las más comunes, encontramos a la Gonorrea (causada por la bacteria Neisseria gonorrhoeae) y el Linfogranuloma venéreo (causado por la bacteria Chlamydia trachomatis).

La sífilis es una infección bacteriana causada por el Treponema pallidum. Es un problema relativamente común. Poco después del reconocimiento de la epidemia del VIH, la sífilis ha estado estrechamente asociada a la infección por el VIH (Las principales células objetivo de la infección por el VIH) y así proporcionan una puerta de entrada para la adquisición del VIH y un foco para su transmisión. La sífilis primaria o de reciente comienzo, se caracteriza por una lesión en el sitio de contacto directo, con la lesión de otra persona infectada. La manifestación clínica principal es una ulcera indolora, usualmente solitaria (chancro) y puede estar acompañado de ganglios inflamados regionales y suele aparecer dos a tres semanas después del contacto. Aunque los chancros son más frecuentes en los hombres en el pene distal, pueden localizarse en casi cualquier lugar como los dedos, incluso suelen aparecer en regiones donde pasan desapercibidas (vagina, útero, recto, boca), y al ser indoloras generan demoras en el diagnóstico y tratamiento con peores repercusiones en la salud.

Las estadísticas de 2017 registraron en Argentina unos122.000 infectados de HIV, de los cuales solo un 70 % conoce el diagnóstico y solo el 81 % de estos reciben tratamiento. El 35 % de los diagnósticos se realizan en una etapa avanzada de la infección (SIDA). El 98 % de los contagios se producen por relaciones sexuales sin protección y 5 de cada 100 bebés de madres con HIV son diagnosticados con el virus. La mucosa anal carece de lubricación y es más fácil de irritar que la vagina, por lo cual, tiene mayor riesgo de transmisión de ETS, especialmente el VIH si no se realiza de manera segura. Por este motivo, al inicio de la pandemia se contagiaban 7 hombres por cada mujer y actualmente se contagian 2 por cada mujer, esto se debe a que aún está la creencia de que el HIV es una enfermedad de los homosexuales y a muchos hombres heterosexuales no les gusta usar preservativo. Estas cifras reflejan la falta de educación sexual, carencia de controles médicos anuales, desinterés en el uso de preservativo y la falta de acceso a la salud en sectores vulnerables. 

El virus del papiloma humano (VPH o HPV del inglés human papillomavirus). Se conocen más de 100 tipos víricos, que se clasifican según su patogenia oncológica en tipos de alto y de bajo riesgo oncológico. La mayoría de los HPV descriptos no causan ningún síntoma en la mayor parte de la gente. Algunos tipos pueden causar verrugas o condilomas, mientras otros pueden generar infecciones inadvertidas, que pueden (en una minoría de casos) dar lugar a cáncer uterino, de vulva, vagina y ano en mujeres, o cáncer del ano y pene en hombres. También se encontró relación con el cáncer de cabeza y cuello (boca y esófago principalmente). La mayor parte de la gente infectada por HPV desconoce que lo está. Todos los HPV se transmiten por contacto piel a piel. La mayor parte de las infecciones con HPV son temporales, y tienen poca importancia a largo plazo. Sin embargo, cuando la infección persiste (entre el 5 y el 10 % de las personas) existe el riesgo de desarrollar lesiones precancerosas que puede progresar a cáncer invasivo. 

El cáncer de cuello uterino presenta una elevada mortalidad en áreas pobres en recursos debido al HPV. Las vacunas que previenen la infección con los tipos de HPV que causan el 70 % del cáncer uterino, pueden conducir a reducciones mayores, pero solo es efectiva en personas que no tuvieron ninguna exposición al virus. Es decir, antes de que el individuo tenga actividad sexual.

La Osteoporosis (OP) es una enfermedad metabólica del hueso, caracterizada por baja masa ósea y deterioro de la micro-arquitectura, cuya consecuencia es un aumento de la fragilidad ósea que determina mayor riesgo de fractura. Si bien, no es un motivo de consulta frecuente, han aumentado las consultas por sus complicaciones (fracturas), por diferentes motivos:

– Envejecimiento de la población mundial con mayor prevalencia de OP.

– Evolución asintomática hasta que aparecen las complicaciones.

Uno de cada ocho hombres mayores de 50 años sufre una fractura asociada a OP. Una de las causas más frecuentes son los bajos niveles de vitamina D y testosterona (Andropausia) en sangre como proceso natural de envejecimiento. La importancia de realizar un diagnóstico correcto y oportuno es fundamental para evitar las complicaciones: Fracturas, dolor, deformidad, discapacidad, mala calidad de vida y muerte. 

La prevención de fracturas en la población tanto masculina como femenina, tendría que ser una cuestión prioritaria para la salud pública, mediante tratamiento oportuno y cambios favorables en los hábitos de vida.